27.11.12

Cantera Femenina del Joventut Xàbia

¿Qué estaba pasando con las chicas en nuestro club? Cuando yo empecé a jugar, en el año 1997, pasé por todas las categorías, habiendo equipo en todas ellas. Sólo cuando fui juvenil de segundo año, el equipo se deshizo por abandono de casi todas. Pero las generaciones que vinieron detrás se fueron perdiendo por el camino, hasta llegar a la temporada pasada que, aparte de nuestro equipo senior de seis personas, sólo había un equipo totalmente integrado por chicas completo: El Infantil Femenino, entrenado por mi compañera Irene.

Es verdad que es difícil entrenar a chicas. No es lo mismo que los chicos, nosotras tenemos diferentes características, no sólo físicas sino de carácter y de personalidad. Cuando un entrenador que lleva un equipo femenino acepta y comprende que no puede pensar en ellas como cualquier masculino que haya llevado antes, las cosas empiezan a funcionar. 

La temporada pasada, un equipo femenino fue el orgullo del club. Muchas de las jugadoras habían triunfado en otras categorías, pero las más jóvenes no. ¡Qué partidos! Que bonito que era ir a verlas jugar. Aunque cometieran errores, era tan bueno el nivel del equipo que siempre te sorprendían. Muy intensos los partidos contra los equipos igualados, que nervios vivimos en la fase de ascenso. Y eso que yo no era su entrenadora, que era una simple espectadora e hincha de ese equipo.


























Evidentemente, teníamos que tener en cuenta de que contábamos con tres de las mejores jugadoras de la categoría, todas ellas desde pequeñas en el club. Ese fue un año bueno, y esperemos que estas chicas nos den muchas alegrías. Me sabría muy mal que una de ellas no triunfara en el club de nuevo o que se tuviera que dejar el baloncesto por cualquier motivo.

Esta temporada, tuvimos un dilema en cuanto a este equipo. Algunas subían a cadete, y otras se quedaban en infantil. ¿Hacíamos dos equipos? Al final, pudimos hacerlo, no sin problemas. Cadete femenino entrenador por Irene y el infantil femenino del cual me he convertido en su entrenadora.

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