Hace un tiempo me llegó esta noticia que afecta a un club de baloncesto murciano, el CB Totana. Aquí está el artículo original:
MARÍA TAMBIEN JUEGA
María
es la protagonista de nuestra historia.
Es
una chica sencilla de doce años. Va al cole cada mañana a las ocho
con una sonrisa en la cara. Saca buenas notas. Toca en la banda
municipal y en la de la hermandad de San Juan en Semana Santa. Además
juega al baloncesto en el C.B. Totana.
Bueno,
o lo hacía cuando era alevín. Al llegar a edad infantil la FBRM no
contempla en sus normas la posibilidad de que una niña, en un caso
excepcional como el que se nos presenta pueda jugar con chicos, así
que de momento no la dejan jugar.
El
caso es excepcional, ya que por desgracia en el club no tenemos niñas
en esta edad para formar un equipo, así que María sigue entrenando
con sus compañeros tres veces por semana, pero no puede jugar.
Desde
el club hemos solicitado la inclusión de María en el equipo, pero
la respuesta fue negativa, arguyendo desde la FBRM que el caso no
está comtemplado en las bases de la competición y que no cumple la
ley vigente, y que el seguro no cubriría cualquier incidencia que
pudiese ocurrir.
Nuestra respuesta fue ofrecer la posibilidad de
hacernos cargo de un seguro particular para María y firmar un
documento haciendonos responsables de cuaquier eventualidad que
pudiera ocurrir.
Y de nuevo obtuvimos una negativa como respuesta
por parte de la FBRM.
Desde
el club sabemos que las normas están para cumplirlas y que no se
pueden tomar a la ligera. Pero no estamos pidiendo una excepción
para sacar un provecho deportivo de la situación. Nuestro equipo
infantil está compuesto por 8 alevines y 5 infantiles, de los cuales
una es María. Probablemente vayamos a perder todos los partidos por
KO, o estaremos cerca. Así que lo que nos mueve es el compañerismo.
El
compañerismo con una chica que merece jugar al baloncesto porque le
apasiona. Porque va cada día a entrenar con alegría. Porque
disfruta con un balón en las manos. Porque mira a la cara a sus
compañeros y compite como una más, sin intentar que su condición
femenina sea una excusa. Porque es la jugadora que todos los
entrenadores querríamos tener en nuestro equipo, luchadora,
ambiciosa, solidaria. Una verdadera líder. Un ejemplo para los
demás.
Ahora
que parece que la mediocridad es la vara de medir en nuestra sociedad
no nos podemos permitir dejar escapar la posibilidad de poder
disfrutar cada día de una persona ejemplar como María. Un espejo en
el que todos deberíamos mirarnos.
Desde
aquí invitamos a la Junta directiva de la FBRM a visitar Totana y
conocer a María y a sus compañeros. A que en vez de condenar a una
niña sin jugar al baloncesto votando una resolución sin conocer el
caso, se informen y luego voten.
Si la labor de la FBRM es
promocionar y divulgar el baloncesto en nuestra región, esta es una
buena oprtunidad para ello.
A que vengan y le expliquen en persona
a una niña que lo que quiere es jugar que no puede hacerlo por
una regla estúpida.
Desde
el club vamos a seguir luchando por ver a María otra vez jugando con
sus compañeros, disfrutando de este maravilloso deporte aunque
perdamos. Porque María es una más en la familia, y a la familia no
se la abandona.
Por
eso no vamos a parar.
#mariatambienjuega
Todo aquel que lea el artículo verá la injusticia del caso. Según se puede leer en los comentarios del enlace, los padres de esta niña no pueden llevarla a otro club a jugar por motivos laborales. Además, ella quiere estar en casa y jugar con sus compañeros y amigos. Y todo por una regla absurda. El año pasado, en mi club, el Joventut Xàbia, en alevín masculino jugaba nuestra única jugadora de esa edad, Júlia Llorca. Seguramente, de no haber conseguido más jugadoras para ese equipo este año, habría tenido el mismo problema. ¿Pasa algo porque la única niña de un club juegue con niños? Para mi, ninguna en absoluto. ¿Por qué lo rechaza la Federación murciana? Ni idea. Y más habiendo antecedentes de que se haya obviado esta norma en otros comunidades, como bien expresa este artículo en el diario MARCA.
Yo supongo que acabarán cediendo y María podrá seguir practicando su deporte favorito junto a sus compañeros y amigos de siempre. O eso espero. Si esto pasara en Jávea, yo votaría por saltarme la norma en todos los partidos y que me multaran si pudiéramos acatar esas multas, claro.
Y ahora me pregunto... si el caso fuera al revés, un chico infantil quisiera jugar con mujeres, ¿pensaríamos lo mismo?. Ahí lo dejo...
#MARÍATAMBIÉNJUEGA