¡Queremos pabellón!

Hace unos cuántos años, en la primera mitad de la década de los 90, cuando una servidora disfrutaba de sus primeros años de vida, desde el club de bàsquet Joventut Xàbia luchaban una batalla: la de querer un pabellón cubierto donde entrenar y jugar sus partidos. 

Antes se jugaba y entrenaba en la vieja pista del colegio Graül, pista donde, por ejemplo, mi madre formó parte del equipo de baloncesto y tiene miles de anécdotas que contar (eso por los años '70) y si vierais la pista entenderéis porque querían un pabellón. Hace unas temporadas fuimos a hacernos la foto allí por el 25 aniversario del club:

David, Gema, Úsula, Yo, Olimpia, Irene y Rosa. No fuimos más porque el día anterior tuvimos una cena de equipo un poco fuerte y la mayoría estaba durmiendo (aunque las de la foto acabamos yéndonos a comer...).

Bueno, a lo que iba. Estuvieron luchando por un pabellón, exigiendo, yendo al ayuntamiento... aprovechando el memorial Miguel Buigues (acto que se celebra todos los años en el club en el cual se rinde homenaje a un chico que lamentablemente falleció entrenando) para reinvicar que necesitábamos un pabellón.

Y se consiguió. En 1997 se inaguraba el pabellón, el cual se ha convertido en casa de los integrantes del club. Yo empecé justo ese año a jugar a bàsquet y a partir de mi segundo año alevín empecé a entrenar en el pabellón (año 2000) y desde entonces, hasta el 2012 he estado yendo toooodas las semanas y a veces todos los días allí. Me sirvió de mucho mudarme de casa en 2002, ya que donde vivo ahora está a tres minutos andando del pabellón, lo cual es un lujazo, la verdad.

Nuestro pabellón mola. Es así, no hay más. La verdad es que se pasaron "un poquito" con lo grande que es, nos sobran gradas por todas partes. Nunca lo he visto lleno, aunque cuando hubo un partido entre Valencia Basket y Meridiano Alicante estuvo a punto. Tiene tres pistas transversales y la central, un gimnasio, varias salas polivalentes, 10 vestuarios, 4 baños, dos recepciones, la sala enorme del material y... la sede del club de bàsquet, que muy amables nos cedieron y es donde nos reunimos la junta y guardamos las cosas del club.

Quien haya estado no se que impresión le dará, pero a mi me parece de los mejores de la comarca, la verdad. Me encanta. 

Esta foto es del último memorial Miguel Buigues, las gradas del otro lado estaban completamente llenas y los que no cabían eran los que vemos en la foto atrás. Aparte se pueden sacar las gradas de abajo lo que lo convierte en una bestialidad de asientos que no usamos para nada. 

Hace unos años, se eligió el nombre del pabellón: "Miguel Buigues Andrés" se llama ahora, en recuerdo a aquel chico que se divertía con nuestro deporte y en recuerdo a aquella batalla que libraron desde el club de bàsquet para conseguir el pabellón. Lo consiguieron con creces.

El pabellón podía haber tenido otro nombre: David Ferrer Ern, pero el propio David, el deportista más ilustre de nuestro pueblo, prefirió que lo llamaran Miguel Buigues.

Esta entrada tiene un motivo: Ahora entiendo aquella lucha que se le libró cuando yo era un bebé al estar jugando en Pedreguer. ES HORRIBLE, entrenar en exterior. No por el frío, las canastas ni todo eso, es por las putas inclemencias del tiempo que hace que llevemos unas semanas sin entrenar como es debido. ODIO LA LLUVIA y odio el viento y quiero que haga buen tiempo YA. Porque me cabrea mucho que, con lo que necesitamos entrenar, no podamos. ¡QUEREMOS UN PABELLÓN EN PEDREGUER YA!