15.3.13

Nervios.

Llevo desde 1997 jugando a baloncesto y desde la temporada 2006/07 jugando en categoría sénior. Hace mucho tiempo que no me pierdo un partido de mi equipo, ya que estando lesionada siempre he estado aún así en el banquillo.

Y hay algo que nunca cambia: los nervios.

Yo no se si le pasará a todo el mundo, a todas las jugadoras. Supongo que habrá de todo y también influye lo serio que te lo tomes. Pero yo, el día antes de un partido NO DUERMO. Ese día, no puedo comer bien. 

Los sábados de partido son para mi una tortura. Me levanto muy temprano y tengo la suerte de tener que ir con mi equipo de infantiles a jugar, porque si no, si no tuviera nada que hacer, me muero. Mis niñas suelen jugar a las 11 en casa, pero yo a las 9 ya estoy en el pabellón viendo los partidos que hay antes. No puedo estar en mi casa tranquilamente preparando el partido, no.

Si no juegan mis niñas, me voy con las cadetes. Si no juegan ninguno de los dos, me voy a ver a los chicos o me invento cualquier cosa.

NO PUEDO SOPORTARLO. Ahora está los días como hoy, en los que jugamos viernes. Pues yo estoy escribiendo esto con los nervios a flor de piel. La última vez que pasó casi no me podía concentrar en el entrenamiento de las niñas del viernes por la tarde. Me tiemblan las manos, la voz, estoy todo el rato pensando en ello...

Esto, cuando empecé a ser sénior, con 16, 17, 18 y 19 años me afectaba mucho. Si estaba así de nerviosa (y es algo que no puedo evitar) no jugaba bien. Para nada. Eso me llevo a una bonita temporada chupando banquillo.

Hasta que hace un par de años se me pasó. En cuanto entro en el partido, los nervios desaparecen, entro en mi elemento y me dedico a jugar. No los vuelvo a sentir. Igual que no siento el dolor de las rodillas y calentando me estaba matando.

Yo hay veces que no se me nota que estoy nerviosa, a veces mis compañeras antes de un partido me preguntan "¿Qué te pasa?" y es por eso. Pero de normal me ves y no lo parezco, pero yo me lo noto.

Por ejemplo, en el partido contra Oliva el sábado, estábamos en el fondo del campo viendo a los juveniles jugar y yo no paraba de quitarme la coleta y el turbante y volvérmelos a hacer. Cuando fuimos a Alzira, me acuerdo, que no paraba de quitarme las gafas de sol, ponerme las de vista, otra vez las de sol...

Que parece que no esté nerviosa pero en esos gestos me delato.

Yo no se si a todas os pasará parecido, pero la verdad, a mi, aunque ya no me sorprenda, me molesta un poco. No soy todavía una de esas veteranas que están curtidas de mil batallas, pero bueno... llevo ya el suficiente tiempo como para no llegar a estos extremos.

Y esto me pasa en todos los partidos, sea el rival que sea y nos juguemos lo que sea. Si alguna vez formo parte de un equipo competitivo y tenemos una "final" me moriré directamente o algo.



A las jugadoras/res que leen este blog, decidme que a vosotras también os pasa. Y a los papás y mamás que nos leen, ¿vuestras hijas se comportan diferente días de partido? Mi madre ya ha aprendido a comportarse conmigo esos días, a veces hasta me deja una tila delante sin decirle yo nada....

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