CB Joventut Xàbia 75-45 Maristas

Partido de dos caras el jugado el sábado por la tarde en Jávea. Las chicas entrenadas por Marcos Álvarez dedicaron la victoria a Miguel Buigues, cuyo memorial se celebró esa tarde.

Se enfrentaban al joven equipo de Maristas, rival desconocido para ellas. En el primer periodo se intentó salir con ganas, ambos equipos se probaban unos a otros. Por parte local se atacaba con seguridad, pero a la hora de defender se consintieron tal vez demasiadas canastas fáciles. El partido era de buen ritmo y muy bonito de ver por la cantidad de canastas conseguidas por ambos equipos, 23-17 a la fin del primer periodo.

En el segundo periodo se intentaron corregir los errores cometidos en los primeros minutos. Se atacó con convicción y en defensa las prestaciones aumentaron mucho, siendo éste el mejor periodo del partido para las locales. Un gran parcial de 27-10 sentenciaba el partido hacia el lado local dado que el luminoso marcaba un 50-27 arrollador.

En la segunda parte, el partido cambió. Las visitantes cambiaron totalmente su defensa y las locales, excepto algunos momentos, no supieron como atacarla. El tercer periodo es la prueba de que en el baloncesto puedes pasar de jugar bien a jugar mal en cuestión de minutos. Las valencianas ganaron el parcial por un pobre 10-12. 

En el último periodo el mayor misterio iba a ser el marcador final. Ante el numeroso público se intentó practicar para futuros encuentros algunos aspectos. El porcentaje de acierto estuvo muy por debajo de lo normal, pero se consiguió una merecida victoria.

Por parte del Joventut Xàbia jugaron y anotaron: Àngels (8), Cati (18), Miriam (12), María (2), Pilar (12), Fátima (2), Irene (10), Paula (3), Vanessa (2) e Isa (6). 

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Llegó el día. Hoy era el día del club, el XXVII Memorial Miguel Buigues. Desde que soy sénior, por unas u otras circunstancias no había podido jugar nunca un día de Memorial. Sólo los chicos. Y hoy, por fin, jugábamos todos. Juveniles y Seniors, chicos y chicas.

Y EL PABELLÓN ESTABA A TOPE. Los 140 jugadores del club estaban mirándonos. Todos mis 'peques' aplaudían cuando metía canasta. En serio que grande.

Pero se perdieron cuando me lesioné en el primer minuto. No tengo ni idea todavía como fue, pero en serio, se me cayó el mundo encima. Estaba defendiendo, no se que pasó pero me crujió el tobillo derecho y me desplomé anímica y literalmente.  Lo que me asustó no fue la lesión en si, sino que fue el tobillo que no me lesioné hace dos semanas, si hubiera sido el mismo lo habría tomado como normal, pero no. He de reconocer que me puse a llorar de la impotencia. Sólo me alegro de que fuera pronto y mis jugadores todavía no habían llegado, mi madre estaba ayudando con la organización y todavía no había ido a la grada y no me vieron. Me fui al banquillo cabreada con el mundo, conmigo misma y disgustada por lesionarme tan pronto. Y una vez me calmé me di cuenta de que podía seguir jugando, hice algunas pruebas y le pedí a mi entrenador salir al campo.

Durante la primera parte se podría decir que jugamos bien. Buenas combinaciones, buenas canastas, me tomé el lujo de repartir algunas asistencias, robé un balón y corrí una contra bonita que pude dedicar a mis jugadores... que bonito era todo. Aunque dentro de mi sabía que el dolor que notaba en el tobillo no era normal y que tenía algo más que el susto. Volvía a jugar de base lo cual no me gusta pero bueno, ahí estoy. Ahora espero que el viernes Sofía pueda jugar porque yo creo que no podrá y... mal asunto.

Me cabreé mucho cuando me expulsaron, con ocho minutos de partido por delante. Primero, porque la falta sigo manteniendo que no era falta, mi entrenador me acababa de decir que no hiciera la quinta y yo intentaba cuidarme de ello, salté a por un rebote ofensivo a la vez que una contraria y cogí el balón, ella al caer se fue al suelo no se por qué y me pitaron falta. Según dijo el árbitro yo la tiré, pero ya os digo que no lo vi así de ninguna forma.

Cati, nuestra pívot, se salió. Era increíble, sólo hizo algo diferente a mi parecer que a otros partidos: ofrecerse. Y cuando se ofrece y gana la posición evidentemente le pasamos el balón y tiene mucha ventaja. Pero hubo una jugada de verdadera jugona, al ser las de Maristas bajitas ella defendía a una chica a la cual sacaba dos cabezas y hubo un momento que... ¡le robó el balón al bote! Me sorprendo porque para ello os aseguro que se tiene que agachar mucho... pero no sólo se lo robó, sino que se cruzó todo el campo evitando que las tres contrarias que la perseguían le robaran el balón y metiendo canasta. Que cuando ella va con velocidad hacia la canasta siempre me parece que va a machacar el aro por la ímpetu con la que lo hace.

Bueno, en definitiva. Veremos que tal nos (les) va éste viernes en Pego y yo intentaré estar a tope para el siguiente domingo contra Quart...