15.12.12

Rolser Pedreguer 40 - 66 C.B. Oliva

CRÓNICA:

El viernes por la noche se jugó el partido correspondiente a la sexta jornada de la liga regular que se tuvo que aplazar por motivos meteorológicos. La celebración del encuentro fue un poco caótica, dado que también llovía ese día y ninguno de los pabellones cercanos estaba disponible, a excepción del de Oliva, es decir, el de las rivales. Como no se propuso ninguna otra solución, el partido se celebró allí.

Las pedregueras salieron concentradas a la pista, sabiendo las cosas que tenían que cambiar con respecto a pasados partidos y sabiendo que se enfrentaban a uno de los mejores equipos de la categoría. Hubo un intercambio variado de canastas (6-6) hasta el minuto 5, donde recibimos un parcial de 0-12 que no supimos frenar a tiempo. El parcial acabó 8-19. 

En el segundo periodo, las locales despertaron un poco y se pusieron las pilas en defensa, llegando al descanso sólo trece puntos por abajo (20-33) gracias a un parcial más igualado de 12-16.

En el tercer periodo, la gran decisión de cambiar el tipo de defensa, el aumento de la intensidad de ésta y la buena finalización de las jugadas permitió que nos lleváramos el parcial por un también igualado 13-11.

En el último periodo, las cosas se torcieron y en ataque las ideas no eran buenas y no conseguíamos canastas como anteriormente (que tampoco había sido fácil), este parcial determinó el resultado total del partido, 7-20, para acabar el encuentro 40-66.

Por parte del Rolser Pedreguer jugaron y anotaron: Rosa Pastor (6), Miriam Huesos (8), Miriam García (4), Rosa Durà (3), Irene (6), Itziar (6), Paula Peiró (7), Sonia y Mireia.

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OPINIÓN:

No sabéis la rabia que me entró cuando, yendo con mi madre e Irene hacia Pedreguer, me dijeron que estaba haciendo gotas. Y cuando llegamos, estaba lloviendo y, aunque las juveniles si que estaban jugando, era imposible que luego pudiéramos jugar nosotras. ¿Pero por qué nos pasa esto? Llevaban toda la semana desde el club llamando a todos los pabellones para ver donde podíamos jugar. ¡Justamente el único viernes que no hay pabellón en Jávea! Siempre tengo una pista libre los viernes por si llueve y queremos ir a entrenar allí, pues justo este hay eventos  y no lo podíamos usar. ¡Con lo que me hubiera gustado jugar en casa de nuevo!

Bueno, a lo que iba, el panorama estaba así: un mogollón de gente en Pedreguer, mirando el partido de las juveniles, cayéndonos el agua encima y no sabíamos si ir a cambiarnos o no, si jugaríamos... Hubo un momento en el que los árbitros y entrenadores fueron a hablarlo y nosotras nos metimos en el túnel de vestuarios para no empaparnos mas y una chica que había jugado en la categoría nos dijo algo así como "pero si es mejor que no juguéis,  perderéis por menos y total, la multa no la pagáis vosotras". Esto no es así, yo no soy jugadora profesional, es más, juego para divertirme, entonces no me sirve de nada no jugar los partidos, me da igual que me ganen de 20 de 100 o de 200.  Y no me parece nada bien que el club tenga que pagar la multa o que tengamos que perder puntos nosotras, que ya tenemos demasiado pocos como para ir rebajando la cosa.

Al final, decidieron ir al único pabellón libre de la zona: el de nuestras rivales, Oliva. Vamos, que jugaremos los dos partidos contra ellas allí, mejor eso que nada. ¡Menos mal! ¡Con las ganas que tenía de jugar!

Fuimos a Oliva y en el vestuario por una serie de "casualidades de la vida" (tranquila Garci, no voy a decir lo que pasó) acabé vistiendo de forma inesperada mi número de siempre, el 6. ¡Qué feliz que era! Salimos al campo y, la verdad, apenas calentamos. Planteamos el partido como siempre y yo me puse en modo "para contraataques", el primer partido que estuve más pendiente de la defensa que del ataque.

 Por cierto, es la primera vez que palmeo el balón con la mano izquierda en el salto inicial, tuve que cambiar de brazo en mitad del salto por un extraño que hizo el balón. Seguro que nadie más que yo se dio cuenta de eso, así que por eso lo relato. Es el primer año que palmeo en todos los partidos (se te echa de menos Naomi, a ti y a tu altura...).

Bueno, empezó el partido y la verdad, se notaba que las rivales jugaban bien, corrían, robaban, tiraban de fuera... vamos, todo el 'pack'. Pero nosotras no estábamos tan mal, comparando con otros partidos. Vi bien la actitud, chicas. Mucho mejor que en los otros... tengo la impresión de que jugando así, con esa intensidad, podríamos haber ganado alguno de los encuentros anteriores y, por supuesto, ganar muchos de los que nos quedan. Podemos hacerlo. Parece mentira que sólo hayamos ganado un partido y de tres puntos. ¡Podemos! ¡Podemos mucho más!

La verdad es que cuando defendíamos en estático lo estábamos haciendo bien, aunque ellas se mueven y cortan y al final encuentran el hueco, pero donde son más fuertes son al contraataque, se nota que saben donde colocarse, los carriles que ocupar y a donde tienen que dar el pase. Pero bueno, conseguimos cortar algunos, aparte de que ellas perdieron algunos balones por dar pases demasiado fuertes.

Al cabo de un rato de estar jugando, nos pasamos a defender en individual. ¡Qué gusto! Hacia tiempo que no defendía tanto tiempo en un partido en 1... Entre que el año pasado eramos seis y que mis entrenadores anteriores siempre insistían en la zona... es que me aburre, prefiero marcar a una sola.

En el descanso sólo perdíamos de 13, además, hicimos que el entrenador rival hiciera varios cambios a la americana, lo cual me dice que algo bien estábamos haciendo.

Las mejores canastas por nuestra parte llegaban en contraataque y las de ellas... también. Vamos, un partido de correr mucho, de los que me gustan a mi. La verdad es que me sentía un poco rara jugando. Me explico, yo soy una jugadora que para sentirme bien necesito meter canastas y llegó el descanso y no había metido ninguna; pero aunque había fallado algunas, no me sentía que estaba jugando mal, ya que estaba esforzándome mucho en defensa y con los rebotes.

Después del descanso, a mitad del tercer periodo por fin metí una y luego conseguí una de esas espectaculares canastas que suelo meter y que, por supuesto, es totalmente de chorra. Un 2+1 muy bonito que dediqué a mi madre que, toda valiente ella, se había venido hasta a Oliva para vernos. Algo es algo... luego tiré algunos tiros libres de los cuales metí el 50%.

En conclusión: perdimos contra un equipo que sabíamos que era superior, pero cambiamos algunas cosas que evitaron una derrota excesivamente abultada.

Sobre nosotras en el partido: la actitud cambió y estuvo muy bien en ese aspecto. En defensa no lo hicimos excesivamente mal, sobre todo estuvimos bien cuando nos pusimos en hombre. En ataque UN DESASTRE, aunque saliéramos del partido relativamente contentas, hay que tenerlo en cuenta. No hicimos nuestro sistema, vale que nos estaban apretando mucho nuestras defensoras, pero con un poco de calma y atrevimiento lo hubiéramos podido sacar adelante y con éxito. 

Por lo menos en el tema actitud estuvimos más finas y centradas. Por cierto, nos faltaban por motivos de estudios tres jugadoras, Miriam V., Ana María y Paula R.

Sobre el Oliva: está claro que lo hacen muy bien, no tienen excesiva altura -al estilo del Bocairent- y que saben perfectamente como tienen que colocarse y que hacer en cada momento. Es un equipo muy trabajado, estoy segura de que el mismo bloque llevarán muchos años jugando juntas. Sobre todo me gustaba cuando finalizaban los contraataques, porque tenían muy claro que carriles ocupar y como hacerlo. 

En general, no hay ninguna que destaque demasiado sobre las demás, tal vez técnicamente la 16 y la base que no recuerdo el número, están bien compensadas.

Tengo que reconocer que es uno de los equipos más limpios que he visto, no van a pegar, no hacen faltas tontas, no hacen daño... la verdad es que da gusto jugar contra ellas. Enhorabuena a las chicas y que sigan así.

Mención aparte se merece su entrenador, que, la verdad, en el partido no me gustó nada. Está claro que las chavalas lo hacen muy bien y tal, pero somos personas, somos jugadoras y es IMPOSIBLE que en todo el partido no se cometa un sólo error. Porque parecía que por la forma que les gritaba y el vocabulario que empleaba que pretendía que saliera todo absolutamente perfecto. 

Está claro que cada uno tiene su carácter, pero me parece algo excesivo. Debería de darse cuenta de que, aunque sus jugadoras sean mejores que el resto, el equipo rival también sabe jugar y de vez en cuando también sabemos hacer cosas bien. Todo esto sin ánimo de ofender, ¿eh?

Por cierto, muchas gracias al amable señor que me dijo si me iba el año que viene a jugar a Oliva. Pero ya me ha costado cambiarme de equipo una vez y creo que sólo lo volveré a hacer cuando vuelva a haber equipo en mi pueblo, Jávea. Aunque, claro está, todo se puede hablar, por un sueldo razonable voy a donde haga falta. Subiría un poco (pero muy poco!) la media de edad del equipo. (Todo esto es broma, ¿eh? es que me hizo gracia cuando me lo dijo el señor.)

Conclusiones del equipo:

  • No nos va del todo mal cuando estamos en el campo con la actitud adecuada
  • Necesitamos saber que hacer en ataque, está muy bien que improvisemos jugadas de vez en cuando, pero no podemos basar nuestro juego en ello, tenemos que hacer el sistema que tantas horas de entrenamiento le hemos echado.
  • Cuando jugaba en Jávea, rezaba para que lloviera en nuestra visita a Pedreguer y nunca llovió. Ahora, cuando más ganas tengo de jugar, siempre llueve. Algo malo está pasando.
  • Que pena que no demostráramos esa actitud en otros partidos, da la sensación que los hubiéramos ganado de calle
  • A partir de enero nos tenemos que poner MUCHO las pilas, tanto en los entrenamientos como en los partidos, no puede ser que sólo hayamos ganado un partido y de tres puntos. Esto me cabrea y mucho, tenemos que darlo todo al máximo.

Y ya basta por hoy.



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