Fin

Ya está. Ayer jugamos nuestro último partido de la temporada, contra el Akra Leuka. Ganamos el partido pero perdimos la eliminatoria, que era lo más probable, aunque al descanso ganábamos de ocho, la mitad de la diferencia que precisábamos.

Esta temporada empezó como una gran ilusión para mi, por primera vez en años éramos suficientes jugadoras en el equipo (11) algo que costó mucho y era una gran hazaña teniendo en cuenta los antecedentes de años anteriores. 

Poco a poco, con el avance de la temporada, he ido a menos. He llegado a tocar fondo, sobre todo esos días que me iba a casa a mitad entreno. Sobre todo esos partidos contra grandes rivales y con duros desplazamientos en los que estábamos condenadas a la derrota. Jugar con cinco sabiendo que no deberías, que las piernas te van a fallar, que no estás en forma para ello, que corres muchos riesgos si lo hace... Pero lo que falla es otra cosa. 

No ha sido una mala temporada si contamos todos los momentos de alegrías, partidazos, victorias, cenas donde la amistad está por encima de cualquier cosa. Y de cualquier cosa también quiere decir cualquier contratiempo que ha surgido, porque, ¿sabéis? Voy a aprender a relajarme, voy a aprender a no esperar grandes cosas, voy a aprender a valorar los pequeños detalles y sobre todo, dejar de preocuparme tanto. Sólo quiero ser una más, ir a entrenar con las mismas ganas que siempre y con la ilusión que me han enseñado los peques que se puede tener por el baloncesto. Disfrutar junto a mis compañeras como toda la vida. 

¿Qué el baloncesto está por encima de todo? Mientras entreno, si. Mientras juego, si. Mientras me dejo la piel para asegurarnos un futuro, si. 

Pero la salud es más importante, el trabajo es más importante, mi carrera es más importante, mis amigos son más importantes, mi familia es más importante que el baloncesto. Y ya está.

No se que deparará el futuro, pero seguro que será excitante.

Mis compañeras pueden matarme si quieren por poner esta foto pero es que es recordar ese momento y ese día y ya se me pone una sonrisa