A falta de terminar (o no) el domingo mi temporada como jugadora y de comenzar un verano de futuro incierto en ámbitos deportivos; ya he terminado como entrenadora.
Esta temporada ha sigo agotadora, muy larga, plagada de partidos, marcada por mi frágil estado de salud y por las horas interminables de pabellón, desplazamientos y encuentros. No ha sido fácil. Nada fácil.
Sin embargo, no lo cambio por nada. Aprendo de mis errores y me levantaré todavía más fuerte. Ha sido agotadora, pero mágica, larga pero fructífera, plagada de partidos pero también de vivencias, con mal estado de salud, pero centrada en mis objetivos. No ha sido fácil, pero ha sigo precioso.
Gracias a Adri, George, Victor, Albert, Luken, Josep, Jordi, Pau, Pablo, Aitor, Joan y Elíes, mis pequeños. Ojalá nuestros caminos se crucen más adelante.
Gracias a Carlos, Iván, Victor, Carlos, Jandro, Hatim, Pablo, Alejandro, Joan, Aarón, Alejandro y Alberto, mis mayores. Ojalá recuerden que la actitud y el esfuerzo son pilares importantes para afrontar los entrenamientos y gracias a ello cuenten con minutos en las pistas. No os perderé de vista, chicos. Ojalá y continuéis jugando.
Gracias a Óscar, nuestro coordinador, por confiar en mi para entrenar estos equipos y gracias a todos los papás y mamás que nos acompañan así como a Toni.
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