4.12.15

EDITADO: Una tarde de viernes cualquiera (ALEVINES vs CALPE y SENIOR FEM vs PEGO).

Viernes, 18:00. Entro en el pabellón como hago durante mínimo cinco días a la semana de cada una de las semanas que dura la temporada y los meses de julio y agosto. Esa tarde tengo por cuestiones de azar dos partidos. Uno, con mi equipo de alevines (a las 19:00 hrs) y otro donde juego yo a las 20:30. El primero se debería haber jugado el sábado -día siguiente- pero se cambia para que no me coincida con mi partido en Teulada con los infantiles. El de las sénior se debería haber jugado el día 19 de diciembre, pero nosotras ese fin de semana no tenemos pabellón así que teníamos que cambiarlo si o si. MI equipo infantil entrenaba esa tarde de 19 a 20:30 horas además.

Vamos, un lío, por lo que me lo arreglo para poder hacerlo todo. A las 18:15 he quedado con mis alevines, para que así a las 18:30 que es la hora que las de gimnasia rítmica me dejan la pista estén ya preparados para calentar. Han llegado puntuales, incluso antes de tiempo, y en seguida descubren una canasta libre y se ponen a tirar con balón de mayores, así que bien. Yo a esa hora ya me he tomado mi café -la máquina del pabellón creo que podría mantenerse sólo con los ingresos a mi costa- he ido al despacho de club a por dos paquetes de agua para los dos partidos y me he repasado por encima los quintetos para el partido de los alevines que había preparado con esmero el día anterior, así como repaso las fichas para que comprobar que están correctas. 

A todo esto, había pedido unos días antes a Toni que me sustituyera en el entreno de los infantiles y les había dicho a estos que el entreno duraría media hora menos dado que la había cedido para que pudiéramos calentar las sénior en pista a las 20:00. 

Comenzamos a calentar los alevines. Me paro a hablar con el entrenador del Calpe, con el cual bromeo diciendo que espero que no haya prórroga y veo que se sorprende porque yo piense en esa posibilidad. No se por qué me daba la impresión de que ambos pensábamos diferente de este partido. Yo pensaba que, aunque en la ida ganáramos de 20, iba a ser un partido muy complicado y no estaba 
realmente nada claro que ganáramos. Y el parecía que buscaba más mejorar el resultado de la ida pero sin llegar a pensar que podían ganar, cuando yo sabía que si teníamos un mal día perderíamos. 

Empieza el partido. Yo tengo muy claro que hacer para afrontar el partido. Tengo mi estrategia y creo en mis jugadores. Saben como tienen que afrontar los entrenamientos, y saben que si lo ahcen bien tendrán oportunidades para jugar. Y también saben que si faltan a entrenar, por el motivo que sea y sea el jugador que sea, jugarán menos. Aunque seas el mejor del equipo, aunque seas Josep y te estés jugando el partido. 

El partido fue alucinante. Mucha gente nos estaba viendo, y mis nanos pusieron toda su pasión y su esfuerzo en un partido que como había previsto no iba a ser nada fácil. En el cuarto periodo el entrenador rival probó a sacar a sus cinco mejores jugadores juntos, mientras yo tenía un quinteto de nivel medio. Le salió bien la jugada, pues me ganó de 8 el parcial, pero sin llegar a empatarme y teniendo en cuenta que quedaban dos periodos más, por lo que sus mejores jugadores llegaron fundidos al final y los míos estaban más fresquitos. Pero aunque no hubiera sido así, tengo que reconocer algo muy bueno de mi equipo en los últimos partidos: todos anotan. Y cuando once jugadores diferentes, en un partido complicado, consiguen anotar, es difícil que no se lleven la victoria. 

Pepe, el presi, se pone conmigo en el banquillo por primera vez, pues está haciendo el curso de entrenador y hace las prácticas. El partido acaba con victoria y la grada estaba llena, había sido un partido vibrante y estaba con el bonito dolor de cabeza y la tensión de este. Rápidamente me voy a la otra pista donde mis compañeras empiezan a calentar. Pero en seguida me doy cuenta de que algo no va bien en mi cabeza, no consigo aislarme y mentalizarme de que voy a jugar, y, aunque no estoy nerviosa, tampoco estoy muy allí.

Cuando llega el momento de salir a pista, me coloco en pista de defensa y me quedo un momento pensando en por qué Julia no se pone para el salto cuando me doy cuenta de que tengo que saltar yo, lo cual me deja algo descolocada, más de lo que estaba y no me siento preparada para ello; no me ha dado tiempo para mentalizarme. Ganan el salto y si no me equivoco cometo falta en la acción de ataque posterior, pues soy la primera que ha llegado para detener su rápido ataque.

Y durante el resto del partido, las cosas no me van bien. Y me doy cuenta de que las cosas no me van bien en el momento en el que fallo el primer contraataque. Y cuando se convierte en el partido en el que más contras fallo de lo que va de liga, me doy cuenta de que este año no es bueno para mi en estas facetas. Se supone que esa siempre ha sido mi especialidad, pero no me sale. 

Desde que era pequeña siempre he tenido una grave falta de confianza en mi misma, algo que cuando empecé a jugar a baloncesto me afectó durante muchos años. Al final, a base de mucho sudor y lágrimas conseguí rehacerme y ser una nueva persona cuando entraba a la pista. Y pam, ese trabajo parece haberse esfumado de golpe. ¿Por qué? Sólo puedo hacer suposiciones porque realmente no lo se con exactitud. 

A esto se le une el hecho de que en el partido me costó mucho defender, sobre todo porque una de las jugadoras al entrar a canasta me hacía mucho daño, no conseguía soportarlo, ese día los golpes no hacían demasiado buen efecto en mi la verdad. Eso, unido a unas cuantas cosas más que hacían que me hirviera la sangre, aunque conseguí que no se me notara. 

Nota positiva: sólo me robaron una vez el balón cuando lo subía. Nota negativa: las canastas falladas una y otra vez. Los tiros libres que no consigo meter a pesar de que en el entreno del miércoles batí mi record de esta temporada.

Y todo es mental, ya os lo digo. Las rodillas me dolían como siempre, los tobillos tenían las molestias de siempre, la lesión de espalda con la que salí en el partido de ondara no me daba excesivos problemas -aunque esa misma mañana tuve que ir al fisio de urgencia-...

El Pego a base de presión y contras se puse con 45 puntazos al descanso, cosa que si nos hubieramos venido abajo son 100 puntos fijo. Pero me sorprende, y cada día más, las notas de recuperación que vamos teniendo partido a partido, cada vez un poquito más. No bajar los brazos, si no intentarlo y conseguimos ponernos a 10 -no recuerdo si menos o no-. 

Por cierto, me encanta el entrenador de Pego y tiene el cielo ganado.

Toca pensar en Vergel.

8 comentarios:

  1. Anónimo5.12.15

    Cual ha sido el resultado?

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    1. JX 59-72 Pego. Trece de diferencia que te digo que podrían haber sido 50... Al descanso íbamos 23-45, por esto lo digo.

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  2. Anónimo6.12.15

    Huesos esta temporada et veig amb menos espenta que de costum, abans destacaves molt mes i donaba gust vorer jugar. Ara encares l'aro menos de la mitat que abans. Que pasa?

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    1. Bueno es verdad lo que dices pero es lo que hay...

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    2. Anónimo6.12.15

      Es el que hi ha? No tes respostes?

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    3. Claro que tengo respuestas, pero no para compartirlas publicamente. Ahora bien, varias veces he dicho que a mi no me gusta destacar y nunca me ha gustado y poca gente de por aquí me ha creído. No sabéis lo bien que me siento cuando regalo una asistencia (este año este apartado estadístico es el que más he mejorado, por ejemplo) y es algo que me encanta

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  3. Anónimo6.12.15

    Esta be aixo que dius de espenta ,abans no hi hava gent al seu voltant que podiem resoldre.No es el mateix cantitat que calitat .En el partit de divendres la 10 crec que va fer per lo menos 30 punts.

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    1. Una de las mejores cosas que me ha pasado nunca en mis años como jugadora es compartir equipo con Irene la verdad

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